El diseñador de iluminación hace una sólida contribución al proyecto.
Su participación es clave para el éxito del mismo.
Hace algunos años, el proyectista de iluminación estaba reservado para obras notorias, como por ejemplo la puesta en valor de un edificio histórico, un museo, un aeropuerto, un hotel emblemático.
En la actualidad se hace necesaria la intervención de un especialista en iluminación en todas las obras, grandes y pequeñas y que a su vez conozca el arte y la técnica de construir y diseñar edificios y fundamentalmente de cómo se estructuran los espacios. Ello le permitirá explotar al máximo su especialidad y podrá satisfacer las necesidades de iluminación de la manera más eficaz.
Además tendrá que interpretar cabalmente el proyecto para destacar lo importante y para diseñar espacios que merezcan ser vividos, deberá conocer sobre las técnicas constructivas, ya que será quien esté en contacto con el comitente, con el estudio de arquitectos y con los ejecutores de la obra.
Los proyectistas de iluminación son una herramienta imprescindible a la hora de lograr un buen proyecto.
Un buen proyecto de iluminación tiene que cumplir 3 grandes preceptos.
- Distribución luminosa y selectiva.
- Proyecto visualmente agradable.
- Eficiencia energética.
1° La mayoría de la población tiene en su vivienda y trabajo un nivel de iluminación inferior al adecuado y necesario.
Debido a que éste déficit tiene un gran efecto fisiológico y emocional en los seres humanos, la calidad de luz es fundamental.
El excesivo contraste provoca fatiga visual, mientras que la uniformidad absoluta resulta monótona y aburrida.
Cada espacio requiere de una iluminación diferente, no debemos confundir iluminación necesaria con iluminación decorativa, si bien esta última hará un aporte de luz, su función principal será estética y la elegiremos en función de integrarla en la decoración.
2° Un proyecto de arquitectura que no esté bien iluminado verá sus resultados visuales disminuidos.
Con una iluminación correcta y apropiada para el fin que necesitemos, podremos lograr efectos y resultados muy interesantes: acentuar determinados ambientes u objetos, resaltar colores, destacar texturas y ampliar el espacio.
Un buen proyecto de iluminación puede aportar todo aquello que la arquitectura no logra destacar en el anochecer: brillo, color, aumentar u otorgar relieve, e incluso acrecentar la eficiencia energética.
3° Que sea sostenible desde el punto de vista económico y energético.
La iluminación es un tema que a veces descuidamos y es importante tenerla en cuenta, no sólo por motivos estéticos o decorativos, sino también por razones de eficiencia energética y de respeto del medio ambiente.
La iluminación juega un papel fundamental en el desarrollo de las actuales actividades sociales, comerciales y residenciales.
La tecnología ha evolucionado a sistemas capaces de adaptarse a las exigencias presentes y que, a su vez, son más eficientes energéticamente.
Existe un gran potencial de ahorro, energético y económico, alcanzable mediante el empleo de equipos eficientes, unido al uso de sistemas de regulación y control adecuados a las necesidades del espacio a iluminar.
Para lograr un sistema eficientemente energético se deben tener en cuenta todas las fases del proyecto: diseño, selección de equipos, mecanismos de gestión y control (domótica e Inmótica) y acciones de mantenimiento.
Dicho sistema debe permitir obtener una importante reducción del consumo, sin necesidad de disminuir sus prestaciones de calidad, confort y nivel de iluminación.
Tenemos que tener en cuenta la elección de los componentes del sistema, es decir la elección de:
- Fuente de luz (lámparas, flurescentes, plaquetas, Leds, Oleds, etc)
- Los equipos auxiliares estos influyen de forma determinante en la eficiencia energética del conjunto.
- Luminarias: la distribución de la luz puede tener dos funciones diferenciadas, una funcional donde lo importante es dirigir la luz de forma eficiente, y otra decorativa para crear un determinado ambiente y resaltar ciertos elementos. Una iluminación adecuada y eficiente conseguirá un equilibrio entre ambas funciones.